Un golpe en la puerta...
¿no puedes entrar?
Un hueco en la mesa...
¿no puedes estar?
En el aire flotan
ausencias de alcohol,
angustias ahogadas,
misterios de amor.
Manos que te arropan,
palabras de amor,
mentiras piadosas
cuidan tu dolor.
Quién sabe qué angustia,
que ingrata impotencia,
te obliga a escapar,
borracho de sueños,
barco naufragundo,
en mares de alcohol.
Por momentos puedes
tu reino, gozar,
pero en otros pierdes
sentido al andar.
Quién sabe qué angustia,
qué ingrata impotencia
te obliga a escapar,
pero en este puerto
de una sola reina,
ya sabes, tú puedes,
tú puedes anclar.
Viviana Ferro
16 de enero de 2017
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Me encantaría leer tus comentarios